Si necesitas conseguir financiación, una de las posibles maneras es solicitar un préstamo con aval hipotecario. Pero, ¿sabes realmente de qué se trata? ¿Cómo se diferencia de un crédito hipotecario? Te invitamos a descubrirlo en nuestro artículo ;) .
Los préstamos con aval o garantía hipotecaria son una de las posibles vías que existen para conseguir financiación. Se trata de un tipo de préstamo en el que se utiliza una propiedad o inmueble como aval.
Por ejemplo, si has decidido que pedir dinero a un familiar no es una buena opción, tu banco te ha negado un préstamo o si has intentado solicitar un crédito a diferentes entidades financieras sin éxito, utilizar el aval de una propiedad puede ayudarte a conseguirlo si la entidad lo permite.
Y justamente de eso se tratan los préstamos con aval hipotecario: de contar con una propiedad a tu nombre y libre de cargas o con poca hipoteca pendiente para solicitarlo.
De todas maneras, los detalles respecto de la titularidad pueden variar un poco de acuerdo con la entidad que elijas para hacerlo, por lo que siempre te sugerimos revisar las condiciones y requisitos.
Como ya hemos establecido, es posible que hayas intentado solicitar un crédito con otras entidades y que no lo hayas conseguido. Quizá te encuentres en un fichero de morosos como ASNEF o RAI, quizá necesites solicitar un importe muy grande… las posibilidades son muchas.
Algunos de los motivos más comunes al pedir este tipo de préstamos son:
Estar en ASNEF: si bien estar en un fichero de morosos no es un motivo en sí para pedir un préstamo, el hecho de que te encuentres en uno afectará tus posibilidades de conseguir financiación. Si es tu caso, debes saber que los préstamos con garantía hipotecaria suelen aceptar personas en listados de morosos, tal como los préstamos con ASNEF.
Refinanciar deudas: si tienes varios préstamos a la vez, puedes recurrir a unirlos todos en una sola cuota bajo una refinanciación o unificación de deudas. Aunque hay entidades financieras o prestamistas que ofrecen esta solución dentro de sus préstamos tradicionales, una de las maneras de lograrlo también es solicitando un préstamo con aval hipotecario.
Recibir una herencia: al heredar un inmueble o bienes muy costosos habrá obligaciones e impuestos que deberás asumir por el simple hecho de recibirlo. Por eso, puedes utilizar la vivienda a tu nombre y pedir un préstamo con aval hipotecario para contar con el dinero que necesites para cubrir esos gastos.
Iniciar un negocio o hacer una reforma ambiciosa: por último, estos dos casos requieren de una gran inversión. Tanto montar un emprendimiento como realizar una reforma en tu vivienda pueden requerir que dispongas de una gran cantidad de dinero. Pues bien, son dos situaciones donde solicitar este tipo de créditos puede ser una buena idea para cubrir tus necesidades.
Una de las características principales de este tipo de financiación es que suelen ser de importes altos.
Este punto dependerá de la entidad financiera en cuestión pero pueden ir hasta los 300.000€, 500.000€ o 1.000.000€, según lo que establezca el prestamista.
Podemos encontrar diferentes beneficios en este tipo de préstamos, entre los cuales queremos resaltar los siguientes:
- Puedes pedir una gran cantidad de dinero, que, por ejemplo, puede ir hasta los 1.000.000€, dependiendo de la entidad financiera que elijas como prestamista.
- Cuentan con amplios plazos de devolución, por varios años, que suelen ir hasta los 20.
- Puedes pedir un préstamo con aval hipotecario incluso estando en ASNEF, pues no descartan a personas que se encuentran en listados de morosidad.
Como su nombre lo indica, el principal requisito es contar con una propiedad libre de cargas o con poca hipoteca pendiente. La misma puede ser una viviendo o inmueble.
Algunas financieras que otorgan este tipo de préstamos permiten al solicitante presentar la propiedad de un familiar, junto con su correspondiente documentación, pero es algo que debes mirar cuando se presente el caso. Por eso, te sugerimos revisar en detalle estos puntos antes de elegir una oferta y prestamista en particular.
Adicionalmente, pueden solicitarte que cuentes con ingresos recurrentes y, por supuesto, ser mayor de edad.
También te recomendamos revisar los siguientes consejos para conseguir un préstamo, que pueden ayudarte a la hora de solicitarlo.
Como siempre decimos, es importante tener en cuenta varios factores antes de elegir el crédito que mejor se adapta a tu situación. Si has intentado conseguir financiación previamente y no lo has conseguido, o si estás en ASNEF y cuentas con una propiedad, es un buen momento para considerar solicitar un préstamo con aval hipotecario.
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