"Necesito un préstamo" o "Quiero solicitar un crédito" son frases que seguramente has escuchado más de una vez en diferentes ocasiones. Ya sea para gastos grandes o pequeños, contar con dinero prestado puede ayudar a cualquier persona a hacerse de un bien o servicio al que, de lo contrario, no podría acceder en ese momento.
Finalidades hay muchísimas, como por ejemplo iniciar un negocio, comprar un coche, adquirir un electrodoméstico, realizar reformas en el hogar o simplemente atender una urgencia. Pero antes comencemos por revisar los términos más conocidos y comprender mejor de qué se tratan…
Si bien muchas veces se utilizan como sinónimos y ambos son propiamente vías de financiación, no son exactamente lo mismo. En Crédito Fiable presentamos a nuestros usuarios diferentes ofertas de financiación y solemos utilizar ambos términos para referirnos al dinero que las entidades financieras ofrecen, ya sea una u otra opción.
Pero ahora es el momento de entrar en detalle y conocer mejor sus características. Al revisar las definiciones brindadas por el Banco de España, un préstamo constituye la “Entrega de un capital a una persona con la obligación de devolverlo, junto con los intereses acordados. Habitualmente esta devolución se realiza mediante cuotas periódicas, compuestas de capital e intereses.”
Mientras tanto, al crédito el Banco de España lo define como un “Contrato por el cual una entidad financiera pone a disposición del cliente cierta cantidad de dinero, que éste deberá devolver con intereses y según los plazos pactados (…)”
Aunque ambas opciones permiten que un tercero disponga de una cantidad de dinero prestado, la principal diferencia enunciada por el portal Cliente Bancario del Banco de España es que el préstamo habilita al prestatario (quien solicita y recibe el dinero) a obtener el capital de una sola vez, mientras que el crédito le permite disponer del dinero solicitado según lo vaya necesitando.
Actualmente existen varios tipos de préstamos que se diferencian por su naturaleza, monto, modo de solicitud, entre otros. Aquí mencionaremos solo algunos, como por ejemplo:
Son aquellos que se realizan directamente a personas para ayudarlos con temas particulares como por ejemplo cubrir los gastos de una boda, cambiar el coche, salir de vacaciones o cualquier otra necesidad. Pueden incluir importes generosos de diferentes tipos y su tiempo de concesión dependerá de la entidad financiera que actúe como prestamista, pero siempre se realizan previo acuerdo formal donde se estipulan condiciones y plazos para la devolución del dinero.
Los minicréditos o microcréditos se destacan por proveer una financiación pequeña con generalmente pocos requisitos y rápida ejecución. Dentro del mundo de los préstamos personales, por lo general van desde los 50 hasta los 300 euros pero pueden alcanzar cifras algo mayores.
Afortunadamente, estar en un fichero de morosidad no es un impedimento para conseguir un crédito hoy en día. Por supuesto, cuanto mejor sea tu perfil e historial crediticio, más posibilidades tendrás de conseguir el dinero que necesitas, pero aún si te encuentras en ASNEF o RAI podrás encontrar entidades financieras que igualmente acepten ofrecerte un crédito.
A la hora de conceder un préstamo, las entidades financieras evalúan diferentes factores, como el aval, que funciona como una garantía para el cumplimiento de las obligaciones estipuladas en el préstamo. Entre los múltiples avales que existen, podemos mencionar algunos como la nómina, pensión u otros ingresos regulares, una propiedad, un coche, un cotitular de cuenta bancaria, etc, y actualmente las entidades financieras pueden requerir alguno o varios de ellos como aval previo a conceder un préstamo.
Si estás buscando una opción de financiación en España existen muchas alternativas que ofrecen diferentes tipos de préstamos o que pueden ayudarte a encontrar el que necesitas.
Desde Brokers o intermediarios, comparadores online hasta los propios prestamistas particulares, la banca tradicional o entidades financieras modernas que han surgido en los últimos años con el avance de la tecnología.
Opciones hay muchas pero siempre debes dirigirte a instituciones fiables y que ofrezcan garantías para los consumidores, pues así evitarás los riesgos de caer en estafas o en transacciones fraudulentas. Por eso, en Crédito Fiable solo trabajamos con entidades fiables y reconocidas, para garantizar a nuestros usuarios una experiencia segura en la búsqueda de su crédito o préstamo.
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